La palabra personalidad proviene del término “prosopon”, que
hacia referencia a la “máscara” que llevaban los actores romanos en sus
representaciones teatrales.
Por ello, es sinónimo de
identificación y función social que desempeña una persona , es decir, la
capacidad de desarrollar un rol en la sociedad.
Mas tarde se derivó del latín personalitas,
que se refiere a un elemento interno de la persona, propio del ser humano.
Es un patrón de rasgos relativamente
permanentes y de características singulares que le asigna coherencia e
individualidad al comportamiento de una persona.
Posee características centrales, que
son los rasgos fundamentales, estables y duraderos de la persona. Como también
características periféricas que son los rasgos o características que están
sujetos a cambios.
Para poder ampliar la definición de personalidad,
mencionaré la definición de algunos puntos, puesto que la personalidad como
veremos mas adelante, es la suma del carácter y el temperamento.
Según Millon y Everly (1994), definen
al temperamento como “la parte biológicamente determinada de la personalidad”.
El carácter en cambio a mas orientado
a los procesos sociales e históricos del sujeto y enfatiza la estabilidad en la
forma de ser de la persona.
Al
hablar de estilo de vida, se refiere a los patrones de conducta que un sujeto
desarrolla y las consecuencias que tiene para el mismo, especialmente en el
área de salud está referido a conductas como fumar, beber, número de horas de
sueño, etc.
Phares
definía a la personalidad como un patrón
de pensamientos, sentimientos y conducta característicos que distinguen a las
personas entre si y que persiste a lo largo del tiempo y de las situaciones.
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